Desde la calle: Cochecentrismo Regio

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Desde la calle: Cochecentrismo Regio 

Si hay algo en lo que todas las personas podemos estar de acuerdo respecto al diseño vial de Monterrey, es que la mayoría de las calles de la ciudad favorecen el uso del automóvil particular. Vías más “rápidas”, pero inseguras, excluyentes y poco accesibles. A eso se le llama cochecentrismo.

Las autopistas urbanas, como Garza Sada, Morones Prieto, Constitución, Gonzalitos, Díaz Ordaz, Manuel L. Barragán, Leones, por mencionar algunas, están destruyendo la vida pública de nuestra ciudad y aunque suene extremista ¡Nos están matando! Este tipo de calles provocan segregación social, muertes y lesiones por la violencia vial, enfermedades relacionadas con la contaminación del aire, y afectan la economía local.

Por décadas el gobierno ha invertido la mayor parte del presupuesto de movilidad en vialidades, creyendo que con pasos a desnivel y viaductos resolverán el congestionamiento vial, pero al poco tiempo estas vías vuelva a estar colapsadas, mientras tanto dejan en el olvido la modernización del sistema de transporte público y promoción de la movilidad no motorizada.

En años recientes se ha empezado a hablar de Calles Completas, una alternativa para convertir las autopistas urbanas en calles para todas las personas, que según el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), son vías diseñadas para que las personas puedan convivir y transitar de una forma segura, accesible y eficiente.

Una Calle Completa considera a todos los modos de transporte (principalmente a peatones y ciclistas), integra criterios de diseño universal, redimensionamiento de carriles para promover velocidades seguras, y revitaliza el espacio público.

Algunas calles de la ciudad han sido intervenidas con estos criterios como Junco de la Vega en el Tec, Alfonso Reyes con la Vía Libre en San Pedro, y también se ha mencionado para la Línea 5 del Metro en Garza Sada.

A pesar de estos buenos ejemplos, la gran mayoría de los municipios siguen haciendo grandes obras para el automóvil, prefiriendo quedar bien con los sectores cochecentristas, en vez de invertir en Calles Completas que ayuden a salvar vidas y tener una ciudad más humana.