Ciudad de México.- En marzo de 2010, México fue sacudido por un suceso de gran impacto que fue denominado como el caso Paulette, que comenzó con la desaparición de una niña de cuatro años que, días después, fue encontrada muerta justo abajo del colchón de una de las camas que se encontraban dentro de la casa en donde vivía junto a los demás integrantes de la familia Gebara Farah, lo que levantó suspicacias de parte de la población.
Entre más pasaban los años, menos se sabía de la familia, pero recientemente, y a través de las redes sociales, los internautas notaron la reaparición de la madre, Lizette Farah, quien llegó a salir en un video de TikTok hecho por la hermana de Paulette, conocida como "Chezz" quien actualmente posee una cuenta en dicha plataforma.
“Chezz” estuvo publicando videos de manera continua, pero muchos de sus seguidores comenzaron a escribirle comentarios un tanto incómodos y esto ocasionó que la joven de actualmente 19 años hiciera un cambio en su cuenta, eliminando videos e incluso haciendo modificaciones en su perfil, que ahora puede ser encontrado bajo el nombre: sociedad.sin.conciencia., en lo que parece ser un mensaje directo a aquellos que la molestaron cuando le recordaron la muerte de su hermana y la presunta complicidad de la familia.
En el caso específico de Lizette, madre de Paulette y “Chezz”, lo último que se sabía era que había demandado al gobierno del Estado de México, puntualmente al entonces gobernador Enrique Peña Nieto, por presunto daño moral y prejuicios.
La mujer pedía al ayuntamiento 531 millones de pesos de reparación, pues manifestaba que recibía amenazas de muerte y demás señalamientos de personas que la consideraban como la responsable de la muerte de Paulette.
Detallando el caso Paulette
Paulette Gebara Farah tenía cuatro años cuando fue reportada como desaparecida por su propia familia, que residía en un complejo de departamentos ubicado en Huixquilucan, Estado de México.
La madre Lizette Farah y el padre Mauricio Gebara mencionaban que su hija había desaparecido dentro de la vivienda, lo que se tornó confuso, pues, cabe señalar, la niña padecía una discapacidad motriz que no le permitía depender de sí misma.
Pasaron varios días de investigación y poco se sabía de Paulette hasta que el 30 de marzo la niña fue encontrada muerta abajo del colchón de su propia cama, justo después de que un apagón dejara sin energía eléctrica al edificio.
Finalmente, se dictaminó que Paulette había fallecido por asfixia mecánica por obstrucción de fosas nasales y compresión toracicoabdominal, lo que trajo consigo los ya mencionados señalamientos de la opinión pública contra la madre de familia.