Monterrey.- La Secretaría de Salud de Nuevo León notificó sobre el primer contagio de la viruela de mono en el estado y se trata de un hombre que había viajado con anterioridad y que lleva un tratamiento ambulatorio, es decir, desde casa.
Debido a esto, las autoridades sanitarias en el estado recomendaron estar al pendiente de los síntomas y en caso de radicar en Nuevo León, acudir al Hospital Universitario o al Hospital Metropolitano para recibir atención oportuna.
Todo lo que debes saber de la viruela de mono
Esta enfermedad es una zoonosis viral causada por el virus de la viruela símica, que pertenece al género Orthopoxvirus, este incluye al virus variola (el que ocasiona la viruela).
Hay dos cepas de la viruela símica: la cepa de la cuenca del Congo (África central) y la cepa de África occidental. Las infecciones en humanos con la cepa de África occidental aparentemente causan una enfermedad menos grave. Se encuentra comúnmente en las selvas tropicales de África central y occidental
Estos son los síntomas de la enfermedad
Los síntomas en general incluyen fiebre y dolores intensos, así como erupciones que comúnmente comienzan en el primer o tercer día desde que inició la fiebre. Las lesiones pueden ser planas o ligeramente elevadas.
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- Erupciones inexplicables en la piel.
- Dolor de cabeza.
- Fiebre (mayor a 38.5°C).
- Dolor de músculos (mialgias).
- Dolor de espalda.
- Cansancio (astenia).
- Ganglios inflamados (Linfadenopatía).
- Las erupciones comúnmente comienzan
¿Cómo se transmite la viruela de mono?
El virus de la viruela símica se transmite al ser humano por contacto estrecho con una persona o animal infectado, o con material contaminado por el virus.
Por ejemplo, contacto cercano con lesiones, fluidos corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados como la ropa de cama.
El periodo de incubación de la enfermedad oscila entre los 5 a 21 días.
Para la confirmación de los casos, la PCR es la prueba de laboratorio recomendada. Las muestras de diagnóstico óptimas para la viruela símica son las lesiones de la piel: el techo o el líquido de las vesículas y pústulas, y las costras secas.
Las muestras de lesiones deben almacenarse en un tubo seco y estéril (sin medios de transporte viral) y mantenerse en frío. Las muestras se deben recolectar cumpliendo con las condiciones de bioseguridad.
Se estima que la tasa de letalidad de la enfermedad es de entre el 1 al 10 por ciento y en la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen por si solos en unas pocas semanas, aunque en algunas personas si llegan a causar complicaciones médicas.